domingo, 23 de septiembre de 2012

Volverás


Es tu culpa que no pueda descansar en las noches... Me acostumbraste a aprovechar la magia de la noche, su erotismo y su fresca brisa para hacerte el amor cada madrugada bajo las estrellas. Me hiciste adicto a tus caricias, tus besos y tus palabras de amor entre la obscuridad; a ese jugueteo entre sábanas que te hacía reír y gozar tanto; que te hacía feliz.

La vida es majestuosamente irónica: aunque está llena de injusticias, al final resulta justa. Tal vez ahora no estés conmigo; pero sé que tarde o temprano desearás volver, porque es muy distinto hacer el amor a tener simplemente sexo.

El cosquilleo, las caricias y los besos llegan a otro nivel; están llenos de ternura, cariño, respeto y admiración. Al penetrarte se unen algo más que nuestros cuerpos; se funden nuestras almas y se hacen una, porque ya no quieren estar separadas nunca más. El tiempo deja de ser un límite, para convertirse en un cómplice de este amor infinito.

¡Volverás! Se nota en tu mirada cuando se cruza con la mía; en tu semblante cuando te digo lo mucho que te quiero; en tu piel al estremecerse cuando la acaricio accidentalmente... Tú eres la única que puede detener esta locura. ¡No te limites! ¡No lo pienses! Ven y deja que mi amor… lo diga todo.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Vivir contigo


Es en tardes tan hermosas como ésta cuando más te extraño...

Ese sol naranja intenso dibujando en el cielo un hermoso arcoíris entre las aún presentes nubes de lluvia, esa sensación de humedad en el ambiente, el pasto más verde que nunca, las plantas llenas de gotas de rocío, el viento fresco de la noche ligeramente presente... Todo hace que te recuerde.

Te preguntarás qué tiene que ver eso contigo: ¡mucho! Es en momentos así cuando desearía que estuvieses aquí y pudiéramos compartir todos estos detalles tan hermosos, vivirlos juntos. Precisamente son estos últimos los que me recuerdan lo hermosa que es la vida y aún más lo hermosa que sería si la viviera contigo.

Me encantaría ver cómo se ilumina con el sol tu cabello, mientras juego con él; sentir tu piel estremecerse por el viento frío y húmedo, pero especialmente por las caricias que te doy; recostarnos en ese pasto húmedo mientras te lleno de besos; buscar el frío de pretexto para perdernos en el abrazo más intenso, y esperar a que salga la primera estrella, para pedirle como deseo que guarde como fiel testigo este juramento de amor.

Tal vez no sea esa típica velada romántica que hoy en día se tiene en mente, pero créeme que sería maravilloso tener la oportunidad de vivir un momento así de mágico contigo. No son los grandes logros los que hacen a la vida hermosa, es la vida misma la que es en sí hermosa; porque ésta está llena de momentos y detalles que la hacen especial y única… Y que mejor manera de vivirla que a tu lado.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Esa tarde


Aún recuerdo esa tarde en que te conocí. Recién comenzaba la primavera y aún se podía sentir el aire frío del invierno bajo ese intenso sol. Habría sido una tarde más hasta que pasó ese mágico suceso...

Un poco antes de que comenzara el ocaso fue cuando mis amigos y yo las encontramos; sin embargo, tú destacabas entre todas. Una fuerza descomunal atraía mi mirada hacia ti, no podía dejar de observarte ni un segundo. Aunque las palabras eran escasas, no eran necesarias. Bastaba con contemplarte para percatarme de lo especial que eres.

Al acercarse la noche, el viento frío del mar se adueñó de la playa y estremecía mi ser; no obstante, el resplandor de aquel sol naranja recorriendo tu silueta e iluminando tu cabello, la ternura en tu mirar, la delicadeza de tus labios y tu dulce voz me estremecían aún más... Me daban el calor que me hacía falta, igual que ese sol primaveral tan intenso, que pese al aire frío, llena de vida a las flores más bellas.

No sé cuándo vuelva a verte; pero sé que igual que cuando te conocí, será un momento especial... Tu belleza y tu ternura le robarán mi atención a los demás y me harán perder la razón cuando nos perdamos en el abrazo y el beso más cálidos jamás sentidos...